¿Por qué necesitamos llorar?

viernes, 8 de enero de 2016
Lejos de ser un sinónimo de debilidad, el llanto nos ayuda a canalizar y liberar tensiones, y tiene en nuestro organismo un efecto similar al de los analgésicos

Lloramos desde que nacemos. A veces de tristeza, otras de felicidad. También es verdad que en muchas ocasiones nos “guardamos” las ganas de llorar porque pensamos que así somos más valientes o porque no está bien visto derramar lágrimas.

Sin embargo, este tipo de “descarga” es vital para expresarnos, salir adelante o demostrar lo que nos sucede. En el siguiente artículo te contaremos por qué necesitamos llorar de vez en cuando.

Llorar profundamente nos libera

Las lágrimas son una herramienta usada para todo tipo de fines. Desde desahogar las penas hasta llamar la atención, pasando por mostrar nuestra tristeza o decepción, acordarnos de algo que ha ocurrido en el pasado o incluso cuando estornudamos, tenemos alergia o nos reímos a carcajadas.

Llorar nos da alivio, nos hace sentir más tranquilos y nos puede ayudar a ser conscientes de cosas que no veíamos (o nos resistíamos a ello).

Seguro recuerdas más de una vez en que lloraste “con todas tus fuerzas” y después o bien te quedaste dormido o saliste de tu rincón para hacer cualquier actividad. ¿Por qué? Porque el llanto te sirvió para quitarte un gran peso de encima, como se dice popularmente.

Existen personas que tienen la capacidad para llorar, pero hay otras que no lo pueden hacer tan fácilmente. Cuando somos pequeños se nos reprende cuando lloramos porque nos dicen que eso es de “débiles”, de “caprichosos” o de “niños malos”.

Eso nos queda grabado a fuego en nuestra mente y por ello no nos permitimos llorar cuando lo necesitamos. Controlar demasiado las emociones (negándolas o disfrazándolas con una sonrisa falsa) es perjudicial para la salud.

Si el cuerpo acumula demasiadas sensaciones negativas no solo genera depresión, tensión o estrés, sino que también es probable que cambie el carácter o la personalidad. Más irritabilidad, mal humor y nervios son solo algunas de las señales.

No olvides que por algún sitio el organismo debe expulsar todo lo que le duele o le hace mal. Un día no podrá soportar más tanto “guardar” lágrimas y tristezas y estallará en un gran llanto o en un ataque de ira.

En cuanto a los padecimientos físicos causados por no llorar podemos destacar el dolor de cabeza o de cuello, los malestares estomacales y los mareos. Las defensas se reducirán y seremos más propenso a sufrir enfermedades de todo tipo.

Además las emociones contenidas bloquean el flujo de energía y eso también influye en la salud.

El llanto profundo es una excelente manera natural para desahogar nuestras penas y entender cuáles son nuestros dolores y tristezas. Eso no quiere decir que tengamos que esperar a acumular todo lo malo, sino saber de qué manera ir soltando lo que nos perjudica de a poco.

En la actualidad estamos demasiado ocupados como para comprender qué nos ocurre. No nos tomamos el tiempo para analizar emociones cotidianas y nos cuesta mucho tomar decisiones profundas.

Si estás todo el día de aquí para allá nunca podrás llorar lo que necesitas y desprenderte de lo malo.

Quizás puedas aprovechar cuando te duchas o te vas a dormir. Eso no te convertirá en un deprimido crónico, sino en una persona que sabe canalizar sus angustias de una manera positiva. Te sentirás realmente reconfortado, liberado y con mucha energía para salir adelante.

Si te cuesta mucho llorar no tienes por qué preocuparte. A muchos les ocurre. Necesitas sensibilizarte un poco y darte tiempo. Puedes poner música, leer algo o ver una película de esas que requieren un gran paquete de pañuelos al lado.

No estarás llorando por la protagonista o la historia en sí, sino que es un mecanismo interesante para desprender lo que tienes acumulado en tu interior.

¿Sabías que existe un punto a la altura de la garganta que al presionarlo activa el llanto? También puedes respirar profundamente. A muchos esta técnica les funciona para llorar.
El llanto es un calmante natural

Ya hemos hablado del área “espiritual” del acto de llorar y un poco sobre sus consecuencias. También es bueno saber que se han hecho muchos estudios para analizar por qué a cuantas más lágrimas derramadas más tranquilo está el “llorón”.

Si el llanto es por pena el líquido salino conocido como lágrima tiene la capacidad de limpiar los lagrimales de los ojos e hidratar los globos oculares de forma natural. ¿Esto para qué sirve? Para liberar hormonas de bienestar, ni más ni menos.

Cuando estamos estresados hay más posibilidad de que lloremos. Esto tiene una razón científica muy convincente: al expulsar las lágrimas eliminamos oxitocina, noradrenalina y adrenalina. Estos elementos tienen en el cuerpo el mismo efecto que un analgésico.

Las hormonas fijan la atención en lo que sentimos. Por eso tras un gran llanto nos encontramos mejor. Como si esto fuera poco, los expertos indican que disminuye la angustia y favorece la relajación.
Llorar y reír… ¿Igual de benéficos?

La risa y el llanto son dos fenómenos que están más que presentes en nuestro día a día. Si los analizamos fisiológicamente, ambos son similares. ¿Por qué? Porque modifican la respiración y la presión sanguínea.

Si reímos una hora al día adelgazamos 14 gramos de grasa. Quizás pueda parecerte poco. Pero, si lo sumas, en un año habrás reducido 5 kg. Y ese no es el único beneficio, ya que la risa aumenta la autoestima, retrasa el envejecimiento y elimina el estrés y las tensiones.

¡Exactamente esto último también lo logra el llanto! La medicina hipocrática lo consideraba como “una purga para los humores”. A lo largo de la historia llorar se ha malinterpretado como signo de poca entereza o debilidad.

Sin embargo, esto no es así. ¡Que la risa y el llanto llenen tu vida!

Via mejorconsalud.com

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