La atrofia vaginal, o vaginitis atrófica, es un trastorno muy común en la menopausia, llegando a afectar a la mitad de las mujeres en esta fase.
La atrofia vaginal está causada por una disminución en los niveles de estrógenos, principal hormona sexual femenina que tiene su origen en los ovarios y en las glándulas suprarrenales y entre otras muchas cosas, su trabajo es favorecer el engrosamiento de las paredes del útero; también aportan nutrientes para un buen mantenimiento de la flora vaginal y mantienen en buen estado los vasos sanguíneos, ayudando en la vascularización y la lubricación de la zona. Por lo tanto, todas aquellas circunstancias en que disminuye el nivel de estrógenos, son susceptibles de provocar en la mujer, una vaginitis o atrofia vaginal.
Algunas de estas circunstancias puede ser la menopausia, el embarazo, o la lactancia. También algunos tratamientos pueden producir un descenso en los niveles de estrógenos. Descenso que en estos casos se reconduce al descontinuar dicho tratamiento.
Las consecuencias de la disminución de los niveles de estrógenos son diversas alteraciones físicas en el cuerpo de la mujer. Como ya hemos dicho, son hormonas implicadas en varios procesos sexuales y la vagina es un órgano con un alto contenido en receptores de esta hormona. Una de esas consecuencias es en hacer que disminuya el aporte de sangre que va hacia los vasos sanguíneos de la vagina y también en que disminuyan las secreciones y la lubricación natural de la zona, apareciendo la sequedad tan característica de la atrofia vaginal. Los estrógenos hacen que aumente también el pH y por tanto, su déficit provoca una sensible disminución de la flora vaginal. Pero el mayor problema de la atrofia vaginal es el adelgazamiento de las paredes de la vagina. Todo este cuadro de síntomas se conoce como vaginitis atrófica, o atrofia vaginal.
La atrofia vaginal afecta a la mitad de las mujeres en la menopausia, lo que influye directamente en las funciones sexuales de la mujer en esta época y por lo tanto, en la calidad de vida. Este problema puede persistir durante muchos años. La atrofia vaginal, o vaginitis atrófica también puede afectar a mujeres en edad fértil, sobre todo tras el parto, o mientras se amamanta, aunque la duración de sus síntomas en este caso, es menor.
Desgraciadamente se calcula que tan sólo una de cada 5 mujeres que sufren de vaginitis o atrofia vaginal acude al médico en busca de ayuda profesional y eso es un problema añadido.
Atrofia vaginal – Causas
Menopausia
Fármacos: cualquier medicamento que reduzca los niveles de estrógenos, como pueden ser los utilizados en el tratamiento del cáncer de mama, o fármacos para tratar la endometriosis, miomas, etc. Todos estos fármacos pueden causar atrofia vaginal.
Histerectomía
Lactancia: Durante la época de la lactancia, los niveles de estrógenos bajan por lo que la atrofia vaginal se puede producir durante el tiempo que esta dure.
Estrés
Ejercicio físico excesivo
Consumo de tabaco
Etc.
Atrofia vaginal o vaginitis – Síntomas
Los síntomas de la menopausia son muy variados y dependen de cada mujer. Éstos van desde los sofocos, sudoración nocturna, cambios de humor, aumento en el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, sequedad de la piel, problemas emocionales, estrés, etc. A todos estos cuadros, podemos agregar falta de libido y atrofia vaginal. Estos últimos síntomas son ocultados a la pareja y la mayoría de las veces también al médico, tanto por motivos culturales como religiosos, o llevada por la angustia y la vergüenza acerca del tema a tratar. Como consecuencia, no busca ayuda llegando a padecer estos síntomas durante años. Muchas veces su pareja no lo sabe y no puede ayudarla. Sólo percibe como respuesta al dolor, un alejamiento sexual por parte de ella.
En algunos casos, la atrofia vaginal es asintomática. En el caso de que sea sintomática, estas son las manifestaciones:
Sequedad vaginal. Es el síntoma más característico
Relaciones sexuales dolorosas. A veces muy dolorosas. Su nombre médico es dispareunia. Afecta a alrededor de un 15% de las mujeres en edad fértil, llegando a ser un 50% en las mayores de 50 años. Junto con el dolor por las relaciones sexuales se produce una falta de deseo, o falta de interés por la intimidad con su pareja.
Disuria, o escozor o ardor al orinar
Problemas del suelo pélvico. La incontinencia urinaria es muy frecuente en mujeres de más edad.
Prolapso vaginal. Es una enfermedad en que las paredes vaginales se ven desplazadas hacia abajo. La vagina pierde su localización habitual. El prolapso vaginal también es consecuencia de que las paredes vaginales pierden grosor y pierden los pliegues mucosos a consecuencia de la disminución de los niveles de estrógenos.
Ardor o escozor en la vagina
Pequeños sangrados vaginales, sobre todo tras las relaciones sexuales. En otras ocasiones en que se padece atrofia vaginal, pueden producirse úlceras y lesiones en la pared vaginal
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