Una piel desnutrida se diferencia en muchos aspectos de una piel cuidada, pero lo preocupante de una dermis a la que le faltan minerales y nutrientes no es sólo su apariencia sino que también puede estar señalando la presencia de otros problemas en el organismo.
Resequedad, flacidez, estrías, ojeras, arrugas a edad temprana, son algunos de los síntomas que pueden producirse debido a la falta de algún nutriente o mineral en el cuerpo, por eso es importante prestar atención a lo que la piel dice del cuerpo e incorporar el nutriente que necesita luego de consultarlo con un profesional entendido.
Falta de calcio: este componente presente en lácteos y vegetales de hojas verdes estimula la producción de cebo en la piel contribuyendo en su hidratación y aspecto saludable. Una dermis con deficiencias de calcio se muestra reseca.
Falta de zinc: el zinc es un componente que ayuda a asimilar el colágeno, elemento que brinda aspecto terso y adecuado a la piel, cuando éste falta se producen estrías con mayor facilidad. Frutos secos, granos integrales y chocolate son algunos de los alimentos que lo contienen.
Falta de cobre: como mencionamos con la falta de zinc, la falta de colágeno genera problemas con la flexibilidad y elasticidad de la piel, por su parte el cobre estimula la producción de colágeno y elastina, elementos esenciales para que se den estas funciones. El cobre puede encontrarse en frutos secos, ciruelas, papas y legumbres, entre otros alimentos. Las consecuencias de su falta se manifiestan en la presencia temprana de arrugas, sobre todo en el rostro.
Falta de hierro: este mineral es esencial para el funcionamiento del organismo, su falta se traduce en anemia y genera debilidad junto a otros síntomas, manifestándose en la piel con ojeras y palidez. Se encuentra en los frutos secos, carnes, huevo, vegetales de hojas verdes y es necesaria la vitamina C para que se transporte a las células.
Falta de Selenio: éste es antioxidante de las células y evita que la piel se reseque rápidamente y muestre flaccidez y falta de elasticidad. Granos, huevo, pescados y ajo son algunas de las comidas que ayudan a incorporarlo.
Mantener una ingesta regular y abundante de vegetales, granos integrales, frutos secos y frutas, así como también de, por lo menos, dos litros de agua, ayuda a evitar la falta de cualquier tipo de nutriente para la piel; éstos poseen todo lo necesario para mantenerla sana y tersa. Ya sea por fines estético o de salud es bueno cuidar el aspecto de la piel, ya que muchas veces es un indicador de cómo están las cosas por dentro.
Via salud.com.ar
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