Con frecuencia, los niños pueden sentir miedo: la oscuridad, a quedarse solos, a los fantasmas, etc. Lo importante es que los padres entiendan esta conducta para ayudarlos a vencer todas sus preocupaciones.
Según la Real Academia de la Lengua, el miedo es “una perturbación angustiosa por causa de un riesgo real o imaginario”. Los miedos son algo inherente al ser humano, pues es gracias al miedo que podemos reconocer una situación peligrosa y tratar de superarla.
“Los miedos tienen una función evolutiva conectada con la necesidad de preservar la vida y la supervivencia". Dicen los expertos de la Asociación para la Salud Mental Infantil en España. “Por este motivo, a medida que el niño crece y adquiere mayor autonomía, los miedos evolucionan y los temores infantiles tienden a desaparecer en la adolescencia”.
Miedos según la edad
De niño, seguro tuviste situaciones de miedo que te marcaron. Ahora tus hijos tienen distintos miedos y no sabes cómo manejarlos: lloran, te dicen que tienen miedo, que no quieren dormir, que no quieren que los dejes solo y otras angustiantes frases.
Lo importante es saber que, según su edad, tus hijos podrían sentir diferentes miedos:
Siendo más pequeños (entre los dos y los tres años) sienten miedo a al abandono de sus padres y familiares. Por esta razón es que pueden quedarse angustiados cuando los dejas en la guardería o en casa de algún familiar.
A partir de los cuatro años pueden sentir un miedo preciso a la oscuridad.
A partir de los seis años, puede tener miedos e inseguridades como a los fantasmas, los monstruos, a la muerte, los animales grandes, a que roben en casa, etc.
Lo importante es que los padres tomen la actitud correcta a la hora de “espantar” los miedos que tienen sus hijos, pues del manejo que le den a estos temores pueden desaparecer o quedar para siempre en sus vidas.
Algunas pautas son:
Tranquilízalo: Si el niño cree que hay un monstruo, acompáñalo a que lo busque debajo de la cama. Si cree que van a entrar a robar, ve con él a cerrar la puerta de la casa. Lo importante es que el niño vea que vive en un ambiente seguro y que nada puede pasarle bajo la vigilancia de sus padres.
No burlarse de los miedos de los niños: Sus padres o hermanos mayores nunca deben reírse del miedo que sienten los niños. Al contrario, con toda la paciencia del mundo, deben tratar de calmarlos y tratar de hacerlos desaparecer de la mente de los niños.
Asegúrate que vean programas de televisión adecuados para su edad: No es recomendable que los niños vean programas de miedo y suspenso cuando no tienen la edad para comprender que todo se trata de una fantasía. Eso solo podría acrecentar sus miedos.
No regañarlos: Frases como “ya eres grande y no debes sentir miedo” o “eres un miedoso” pueden volver más inseguro al niño. Evita este tipo de frases a la hora de tratar a un niño ansioso o temeroso.
Llevar al niño a un terapeuta cuando, por causa de sus miedos no quiera comer, dormir o hacer sus actividades de manera normal.
Via sura.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario