Con el paso de los años, es probable que comencemos a padecer algunos de los más frecuentes trastornos del sueño en adultos y ancianos, y este tipo de problema puede llegar a afectar seriamente a nuestra vida cotidiana si no le intentamos poner remedio cuanto antes.
Cada edad viene acompañada por una serie de circunstancias en la vida de las personas que afectan directamente a nuestro rendimiento físico y descanso nocturno.
Vamos a contaros las alteraciones del sueño más frecuentes en adultos y ancianos:
Trastornos del sueño en adultos
El ritmo de vida ajetreado que suele tener una persona adulta tiene una serie de repercusiones en su descanso nocturno. A veces pueden manifestarse de forma temporal por circunstancias concretas, pero cuando se prolongan en el tiempo podemos llegar a sufrir serias consecuencias.
Por ello, resulta indispensable identificar y poner solución a las alteraciones del sueño que podamos llegar a presentar:
Insomnio:
Muchas veces se debe a la falta de ejercicio físico que nos impide estar cansados al final del día. También puede ser que el estrés laboral y cotidiano nos impida desconectar por la noche.
Síndrome de piernas inquietas:
Consiste en constantes movimientos involuntarios de las piernas durante el descanso profundo. Además, a veces estas personas se despiertan por la noche con necesidad de hacer movimientos. Los niveles bajos de hierro están muy relacionados con el desarrollo de esta patología. Puede ser hereditario y también aumenta la probabilidad de que lo padezcan mujeres embarazadas.
Síndrome de Klein – Levin:
Consiste en una hipersomnia (exceso de sueño) que se da principalmente durante el día. Conlleva alteraciones cognitivas y afectivas.
Parálisis del sueño:
Se produce en el periodo de transición entre el sueño y la vigilia, imposibilitando un despertar sosegado pues la persona es incapaz de moverse aunque mentalmente ya se encuentre despierto. Además, cabe la posibilidad de que se produzcan alucinaciones sonoras y visuales.
Trastornos del sueño en ancianos
Con la edad, los patrones del sueño se van modificando y el número de horas que necesitamos dormir también disminuye al igual que, seguramente, nuestra actividad física.
Sin embargo, no siempre estos cambios se dan de forma gradual y surgen complicaciones que se convertirán en una rutina cada vez peor:
Dolor corporal:
Si la persona presenta dolor o malestar, ya sea de tipo: articular, muscular… la tarea de alcanzar el sueño se complica, ya que no es capaz de relajarse para alcanzar el sueño.
Insomnio:
Puede estar motivado por múltiples causas: falta de actividad física que hace que la persona mayor no llegue cansada a la cama, depresión, deterioro neurológico, consumo de algunas medicaciones o mostrar una actitud mentalmente activa.
Apnea-Hipopnea del sueño:
Dificultades respiratorias por cierre parcial o total de las vías aéreas, que se van haciendo más estrechas con la edad y aumenta la dificultad para respirar durante el sueño. Además, es frecuente que la persona tenga micro despertares involuntarios a lo largo de la noche que abren las vías respiratorias por necesidad. Sin embargo, es una sensación molesta si la persona llega a ser consciente de estas alertas.
Cambio en el reloj biológico:
Existe una tendencia a que se modifique el ritmo del reloj biológico de las personas mayores, que tiene como consecuencia una excesiva somnolencia por las tardes y un despertar precoz.
¿Crees que tú o algún familiar puede estar sufriendo estos trastornos del sueño en adultos y ancianos? Nuestros tratamientos también ayudan a combatir el insomnio y los problemas del sueño,
Via relaxzentria.es
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario