Existen mitos -y también verdades- sobre todo, así también con respecto al resfriado. A días de comenzar el otoño, recordemos en este post de Vitadelia algunos de ellos, y citemos también algunas verdades.
Mitos
“Si tomas frío, te resfrías“. Si bien es cierto que las bajas temperaturas pueden predisponer a sufrir algún tipo de enfermedad respiratoria, no se las puede responsabilizar como causa directa. El frío no es causante de un resfrío.
Lo que sí sucede también es que las bajas temperaturas y una menor humedad ambiental, hacen que los virus se vuelvan más fuertes y, como resultado, más contagiosos.
“Si estás con resfrío, debes quedarte en casa y en reposo“. Si se trata de un simple resfrío no es regla que lo hagas, mientras puedas permanecer en un lugar con temperatura estable para ayudar a tu proceso de recuperación, todo estará bien.
Sí deberías quedarte en casa y en cama ante la presencia de fiebre o de un cuadro más grave, como gripe.
“Un trago para mejorar“. Lo que hace tomar un trago de alguna bebida alcohólica es calentar el organismo y brindar una mayor sensación de bienestar, pero de manera transitoria, y no tiene un efecto real sobre los síntomas propios del resfrío.
Verdades
“Darse un baño“. Ante la presencia de un resfrío grave -o una gripe-, la temperatura corporal puede elevarse, por lo que cubrirse bien por las noches para transpirar o tomar baños de agua fría pueden ser de utilidad para refrescar el organismo y sentirse algo mejor.
“Un caldo de pollo“. Este consejo “viene de la abuela” y tendría su fundamento: según investigadores del Centro Médico de la Universidad de Nebraska, los nutrientes del pollo, su combinación de vitaminas y minerales, tendría un efecto antiinflamatorio para el cuerpo, lo que ralentizaría el crecimiento de los leucocitos implicados en la liberación de mocos, lo que reduciría en parte los síntomas y ayudaría al paciente a sentirse más animado.
“Mantente positivo”. Cuando te sientes “decaído” estás más vulnerable ante gripes y resfriados, además, hará que sea más difícil el recuperarse, según afirma Ana Adàn, del Departamento de Siquiatría y Sicobiología Clínica de la Universidad de Barcelona.
En cambio, mantener un estado emocional positivo se relaciona con un sistema inmunológico más fuerte y “dispuesto para preservarnos de múltiples enfermedades“.
Via vitadelia.com
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