Haz deporte para estar más sano

martes, 22 de abril de 2014

La evidencia científica nos ha mostrado como la realización de actividad física tiene efectos positivos como parte de un estilo de vida saludable. Los efectos más directos derivan, y son particularmente evidentes, en la prevención de varias enfermedades crónicas, incluyendo: enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, la hipertensión, la obesidad, la depresión y la osteoporosis.

Pero no solo la comunidad científica insiste en los beneficios de la actividad física, desde Naciones Unidas se afirma que los niños, niñas y adolescentes van a obtener grandes beneficios de la práctica de actividad física, ya que contribuye de forma determinante en el desarrollo de los huesos, del corazón y en la construcción de una función pulmonar sólida.

La actividad física tiene un papel fundamental en la salud psicosocial, los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud indican que uno de cada cuatro pacientes que acuden a un servicio de salud tienen algún tipo de trastorno mental, neurológico o de comportamiento, pero que en la mayoría de los casos este tipo de tratamientos no son ni diagnosticados ni tratados.

Un gran número de estudios ha demostrado como el ejercicio tiene un papel terapéutico en el tratamiento de un gran número de trastornos psicológicos. Los estudios también muestran que el ejercicio tiene un efecto positivo sobre distintos tipos de depresión.

Pero no se debe obviar el papel beneficioso que el deporte tiene más allá de los aspectos físicos, fisiológicos y emocionales. Diversos estudios han confirmado que también existen beneficios sociales e interpersonales, que de forma indirecta tienen efectos positivos en la salud de los individuos y de las comunidades.

Por tanto, la práctica diaria de deporte y de actividad física es un pilar fundamental dentro de un estilo de vida saludable. Pero existen otros factores que pueden condicionar el papel de este en la vida de las personas. De hecho, el deporte y la actividad física en sí mismos no pueden conducir directamente a la obtención de los beneficios, pero sí en combinación con otros factores. Existen evidencias que sugieren que los cambios en el medio ambiente tiene un impacto muy significativo en la probabilidad de que una persona realice deporte, pero no solo eso, desde la nutrición, la intensidad y el tipo de ejercicio, el uso de calzado y ropa adecuada, el clima, las lesiones, los niveles de estrés, los patrones de sueño, etc., todos y cada uno de estos factores contribuyen de manera determinante en la consecución de un estilo de vida saludable.

El deporte y la actividad física pueden hacer una gran contribución al bienestar de las personas. En países en desarrollo se han utilizado para el tratamiento y la rehabilitación tanto de enfermedades trasmisibles como de enfermedades no trasmisibles

Via saludyvidasana.es

0 comentarios:

Publicar un comentario