Enfermedades articulares: prevención y vigilancia más allá de la artrosis

sábado, 1 de abril de 2017
El ejercicio físico continuado sin sobreesfuerzos, una adecuada alimentación e hidratación y evitar la sobrecarga de las articulaciones contribuyen a minimizar los riesgos.

Debido a los cambios de hábito de vida, la obesidad, el sedentarismo y la mayor esperanza de vida, el principal problema articular es la artrosis, según Francisco Baixauli, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, de Valencia.

Sin embargo, como los extremos se tocan, también en grandes deportistas puede desarrollarse una artrosis precoz, ya sea secundaria a un sobreuso o bien secuela de una lesión ligamentosa tras haber sometido a la articulación a una situación límite (deportes de contacto o extremos). Además, "cada vez se diagnostican más frecuentemente enfermedades inflamatorias de las articulaciones de origen autoinmune; es decir, procesos que podríamos llamar reumáticos", comenta Baixauli.

Jesús Tornero, presidente de honor de la Sociedad Española de Reumatología (SER) y jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de Guadalajara, apunta que el 16 por ciento de los españoles adultos refieren padecer alguna enfermedad reumática. "Las que más frecuentemente afectan a las articulaciones son la artrosis de rodilla (10 por ciento de la población) y de manos (6 por ciento). La fibromialgia aparece en el 2,45 por ciento de las mujeres y la osteoporosis diagnosticada por densitometría ósea también es muy frecuente. Además, la artritis reumatoide aparece en el 0,5 por ciento de la población". A ellas se suman, según Carlos Juandó, del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital General de Valencia, las lesiones traumáticas articulares y los ligamentos que las sujetan (con más frecuencia los tobillos, rodillas y manos) y la patología de columna "por malas posiciones o cargas incorrectas que van deteriorando discos intervertebrales y carillas articulares".

OBESIDAD, FACTOR DE RIESGO

Para José Luis Rodrigo, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Doctor Peset, de Valencia, el factor desencadenante más importante es la obesidad, "ya que el exceso de peso corporal impacta muy negativamente sobre articulaciones de carga, sobre todo sobre las rodillas, produciendo la artrosis", recuerda Tornero.

    La artrosis de rodilla afecta al 16% de la población y la de manos, al 6%

La mejor manera de prevenir las lesiones articulares, tanto de la artrosis como de las afecciones inflamatorias, es "mediante una alimentación equilibrada -incluyendo una correcta hidratación-, evitando el sobrepeso y, sobre todo, mediante una práctica deportiva adecuada y continua, evitando los sobreesfuerzos y los deportes de competición extremos", expone Baixauli.

Para minimizar el riesgo de lesiones traumáticas, añade Juandó, es bueno tener una correcta mecánica en la realización de los ejercicios, prevenir la fatiga y, como también añade Tornero, evitar la sobrecarga mecánica de las articulaciones. En este sentido, recuerda que "toda la mecanización del trabajo y la reducción del impacto sobre el esqueleto derivado de la carga y procesamiento manual en las tareas laborales industriales puede ayudar mucho a prevenir episodios de lumbalgia y de dolor articular".

Asimismo, los niveles muy elevados persistentes de ácido úrico en sangre pueden contribuir a que aparezcan ataques de gota en las articulaciones, pero "se pueden reducir con dieta y tratamiento farmacológico".

El abandono del tabaco y de otros hábitos nocivos y seguir una alimentación rica en calcio, por otra parte, "también pueden prevenir la osteoporosis", comenta Tornero.

EL EJERCICIO, SIEMPRE MODERADO, PAULATINO Y COMO ENTRENAMIENTO

En el campo de la salud articular, la actividad física juega un papel muy importante. Según los especialistas, obedece a varios motivos principalmente. En primer lugar, "cuando se realiza con carga favorece la formación de hueso y evita la osteoporosis", comenta Jesús Tornero, presidente de honor de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

Además, añade Francisco Baixauli, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital La Fe, de Valencia, facilita la lubrificación de la articulación con el líquido sinovial, principal nutriente del cartílago, "y ayuda a potenciar la musculatura de alrededor de las articulaciones, dando estabilidad articular".

Respecto a cómo debe ser, los especialistas coinciden en que las recomendaciones deben ser individualizadas y siempre consiguiendo que la persona se sienta atraída por la práctica deportiva o ejercicio escogidos.

Según José Luis Rodrigo, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Universitario Doctor Peset, de Valencia, la clave es realizar una actividad que permita a la persona mantenerse dentro de los parámetros de índice de masa muscular normal, insistiendo en que sea "moderado".

Para ello, en palabras de Carlos Juandó, del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital General de Valencia, "debemos realizar un deporte que nuestro organismo sea capaz de ejecutar sin favorecer la aparición de lesiones, conociendo las limitaciones físicas". En esta línea, comenta Baixauli, los ejercicios recomendados deben de ser poco agresivos, realizados de forma paulatina y continuada.

La mejor manera de que se realice dicho ejercicio es indicando una actividad física con la que el paciente, además de ayudar a cuidar sus articulaciones, "también se entretenga".

NIÑOS Y ANCIANOS, DOS COLECTIVOS SENSIBLES A LOS RIESGOS ARTICULARES

Si hay dos colectivos especialmente sensibles a las afecciones articulares  es el de los niños y los ancianos. Según el Tratado de Geriatría para Residentes de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), en la población mayor existen más problemas inflamatorios en las articulaciones, que, además, se deforman, y “hay una tendencia a la flexión de las rodillas y caderas. También se observan cambios en el cartílago articular, entre ellos, disminución de la elasticidad; cambio de color; la superficie es más fina y friable; aumenta la fragilidad para los desgarros, y disminuye la resistencia al sobrepeso. El líquido sinovial disminuye la viscosidad y se produce fibrosis en la membrana sinovial”.

Para José Luis Rodrigo, del Hospital Universitario Doctor Peset, de Valencia, lo más importante es que “eviten el sedentarismo” y, como apunta Baixauli, potenciar la deambulación al aire libre, que les de el sol, e incluso las prácticas deportivas adaptadas a sus limitaciones corporales  y capacidad cardiovascular. En opinión de Francisco Baixauli, del Hospital La Fe, de Valencia, “quien mueve las articulaciones ayuda a lubrificarlas y, por tanto, retrasa la artrosis”. Jesús Tornero, de la Sociedad Española de Reumatología (SER), también recomienda ingerir calcio con los alimentos, vigilar los niveles de vitamina D y prevenir las caídas.

En los niños, los traumatólogos hacen hincapié en el valor del deporte infantil. Ahora bien, Carlos Juandó, del Hospital General de Valencia, insiste en que, aunque “deben practicarlo”, “no hay que encasillarlos en el que nos gustaría a nosotros, sino en el que ellos se diviertan y se desarrollen física y mentalmente de forma equilibrada”. En este sentido, Baixauli lamenta que “hoy en día, la competitividad deportiva se involucra en los niños desde muy temprano y ello puede ser motivo de que se realicen sobreesfuerzos o bien se presenten traumatismos articulares en los menores que todavía no están desarrollados del todo y que, por tanto, se produzcan lesiones articulares, que pueden hipotecar dicha articulación de por vida”. Por este motivo, añade, lo que hay que potenciar es la cultura de la actividad física en el colectivo infantil, “pero con un objetivo de entretenimiento”.


Fuente .correofarmaceutico.com

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