La enfermedad de Sudeck, también llamada síndrome de dolor regional complejo o distrofia simpática refleja (CRPS) Tipo I, es un trastorno doloroso de una o más extremidades, donde se ve afectada al menos una articulación.
Generalmente, la enfermedad de Sudeck ocurre después de influencias externas (por ejemplo, lesiones u operaciones). La articulación afectada se vuelve rígida con el tiempo, y la piel, los tendones y los músculos se contraen. En las últimas etapas de la enfermedad de Sudeck esto conduce a la pérdida de la función de la parte del cuerpo afectada.
Se desconocen las causas de la enfermedad de Sudeck. Probablemente el síndrome es un trastorno de la transmisión del dolor en el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). El tratamiento de la enfermedad de Sudeck incluye medicamentos, tratamiento físico y terapia ocupacional.
La enfermedad de Sudeck es también conocida bajo los siguientes términos:
La enfermedad de Sudeck es, por definición, un síndrome de dolor regional complejo (CRPS) de tipo I. Esta enfermedad dolorosa afecta a una o más extremidades, y suele producirse después de influencias externas (por ejemplo, después de lesiones u operaciones). En las últimas etapas de la enfermedad de Sudeck se produce la pérdida de la función de la parte afectada del cuerpo por la rigidez en las articulaciones y la contracción de la piel, tendones y músculos. Siempre hay al menos una articulación afectada por la atrofia de Sudeck, sobre todo de la mano o el pie.
La enfermedad de Sudeck lleva el nombre del cirujano de Hamburgo Paul Sudeck (1866-1945), quien describió la enfermedad en 1900. Sudeck llamó a la enfermedad una inflamación de curación trastornada y describió la similitud entre los síntomas de una inflamación y los del síndrome de Sudeck. Otros nombres de la enfermedad de Sudeck son los siguientes:
Distrofia Sudeck
Atrofia Sudeck
Algodistrofia
Distrofia simpática refleja
Síndrome hombro-mano
Síndrome de distrofia simpática (RSDS)
Incidencia
La enfermedad de Sudeck ocurre con mayor frecuencia entre las edades de 40 y 60 años. Cada año aparecen cerca de 15.000 casos nuevos. Las mujeres la sufren con más frecuencia que los hombres y los fumadores con más frecuencia que los no fumadores. Muy a menudo afecta a las manos, antebrazos, pies y piernas.
Causas
Las causas subyacentes de la enfermedad de Sudeck no se han encontrado hasta ahora. En la mayoría de los casos, la enfermedad de Sudeck se produce después de una lesión, a menudo leve, o una operación. En muchos casos, la extremidad afectada estuvo inmovilizada durante mucho tiempo antes de la enfermedad. En la enfermedad de Sudeck probablemente hay una perturbación de la transmisión de dolor en el sistema nervioso central (SNC), es decir, del cerebro y la médula espinal, lo que provoca en una reacción excesiva del sistema nervioso simpático, una parte del sistema nervioso involuntario.
En la enfermedad de Sudeck se suelen dar también ciertos síntomas mentales (psíquicos) tales como depresión, ansiedad y fluctuaciones emocionales (inestabilidad emocional). Asimismo, los afectados por la enfermedad de Sudeck suelen sufrir previamente acontecimientos muy estresantes, que en los adultos pueden ser fallecimientos, enfermedades y dificultades financieras o profesionales. En los niños puede desempeñar un papel la separación de los familiares, relaciones familiares inestables, y también dificultades comunes, como problemas en la escuela.
El desencadenante de la enfermedad de Sudeck puede ser:
Clasificación en fases
En la enfermedad de Sudeck, parte del diagnóstico es también determinar la fase de la enfermedad. La clasificación se basa en los síntomas presentes. Los médicos distinguen tres etapas, y no siempre se producen todos los síntomas enumerados: algunos pueden también volver en el curso de la enfermedad. Las fases I y II ocurren dentro de un año. La enfermedad de Sudeck se puede curar antes de llegar a la fase III.
En la fase I de la enfermedad de Sudeck pueden presentarse los síntomas siguientes:
Dolores fuertes
Mayor sensibilidad de la piel
Inflamación limitada
Calambres musculares
Inicialmente piel caliente, roja y seca, y en la evolución piel azulada y fría
Sudor
Rigidez y limitación del movimiento
En la fase II, la enfermedad de Sudeck puede mostrar los siguientes síntomas:
Dolores más fuertes y difusos
Hinchazón creciente y más firme
Cambios en el pelo y las uñas
Descalcificación ósea con manchas (osteoporosis)
Atrofia muscular incipiente
Articulaciones rígidas con movilidad reducida
La fase III de la enfermedad de Sudeck se caracteriza por los síntomas siguientes:
Incapacidad de las funciones de las extremidades afectadas, debido a la contracción avanzada de los músculos, piel y tendones.
Síntomas
El dolor es el síntoma principal de la atrofia de Sudeck: es muy fuerte, persistente, con ardor y profundo, y puede ser exacerbado por el estrés, el movimiento, y en muchos casos aumenta por el menor contacto.
Los síntomas suelen aparecer algunas semanas tras lesiones leves, una operación o inmovilización con dolores desproporcionadamente severos en el miembro afectado, en combinación con uno o más de los siguientes signos:
Modificaciones de la piel
Hinchazón similar a una inflamación
Trastornos de la movilidad
Pérdida de tejido (atrofia)
Síntomas neurológicos: sensibilidad, trastornos de coordinación, temblores, calambres, parálisis
Aumento de la sudoración
Cambios de temperatura en la articulación afectada
Dolor, que puede ser atenuado, pero puede afectar a toda la extremidad.
Los síntomas de la enfermedad de Sudeck siempre afectan al menos a una articulación, en la mayoría de los casos de la mano o del pie. En las rodillas, los hombros o las caderas la enfermedad de Sudeck ocurre con menos frecuencia.
Diagnóstico
La enfermedad de Sudeck es difícil de diagnosticar debido a los escasos síntomas característicos. El diagnóstico se basa principalmente en el examen físico y el historial clínico (anamnesis). La hinchazón de la zona afectada, que es similar a una infección, sin signos de inflamación detectables en la sangre, puede indicar una atrofia de Sudeck.
Las siguientes pruebas pueden ser útiles en el diagnóstico de la enfermedad de Sudeck:
Termografía: la medición de la disipación de calor de la superficie del cuerpo muestra si la atrofia de Sudeck típica está presente en el cambio anormal de liberación de calor.
Procedimientos de imagen: las radiografías, tomografía computarizada (TC) y tomografía por resonancia magnética (TRM) pueden indicar una descalcificación de los huesos (osteoporosis), pero también pueden descartar otras causas de dolor.
Gammagrafía de tres fases: esta exploración de medicina nuclear de un aumento del flujo sanguíneo es un medio importante para el diagnóstico precoz de la atrofia de Sudeck.
Tratamiento
En la enfermedad de Sudeck el tratamiento está dirigido principalmente a los síntomas, que se tratan con medicamentos, medidas físicas y terapia ocupacional de forma combinada. Pueden ser útiles, además, la psicoterapia (fundamentalmente porque, al tratarse de una enfermedad crónica, puede provocar en algunos pacientes ansiedad y depresión) y otros métodos complementarios. Todas las medidas tienen el objetivo de mejorar la movilidad de la extremidad afectada. El tratamiento térmico puede aumentar el malestar causado por la enfermedad de Sudeck y, por lo tanto, no se recomienda.
Tratamiento no farmacológico
Para mejorar o mantener la movilidad o mantener las articulaciones afectadas en la enfermedad de Sudeck, son adecuadas las medidas siguientes después del tratamiento no farmacológico:
Inmovilización de la extremidad
Drenaje linfático
Ejercicios de fisioterapia
Electroterapia
Gimnasia acuática
Terapia ocupacional
Entablillado
Terapia farmacológica
En la enfermedad de Sudeck son típicos los dolores duraderos que persisten durante semanas y afectan psíquicamente. Esto implica el riesgo de que el dolor se vuelva crónico. Por lo tanto, se sigue un tratamiento farmacológico para detener primero el ciclo doloroso con analgésicos. Los medicamentos que se aplican en este tratamiento dependen del tipo de dolor:
Los fármacos anti-reumáticos no esteroides, que ayudan contra el dolor asociado con la inflamación.
Para el dolor sin inflamación se aplican derivados de morfina sintética como el tramadol.
Contra los dolores permanentes y trastornos del sueño se utilizan antidepresivos.
Los dolores muy fuertes que no responden a otros fármacos se tratan con opiáceos.
Para dolores debidos a un trastorno del sistema nervioso simpático (parte del sistema nervioso involuntario) son útiles los parches de clonidina, que provocan la inhibición del sistema nervioso simpático.
Contra los espasmos musculares se administra clonazepam (actúa contra los espasmos) y el baclofeno (relajante muscular).
Evolución
La enfermedad de Sudeck sigue una evolución individual muy diferente: el síndrome puede aparecer en tres etapas, que se distinguen por los síntomas predominantes. Los síntomas no son iguales en todos los casos. Además, el síndrome doloroso puede avanzar a un ritmo diferente. Las formas leves de la enfermedad de Sudeck pueden sanar después de un par de semanas antes de la última etapa. En muchos casos el dolor tiene una duración de años, y a veces toda la vida. Algunas de las víctimas de la enfermedad de Sudeck muestran una evolución fluctuante: vienen etapas de recuperación (remisión), que pueden durar de semanas a años, y fases de empeoramiento (exacerbación).
El tratamiento temprano es crucial para la evolución y el pronóstico de la enfermedad de Sudeck.
Si el tratamiento se aplica al principio se puede curar aproximadamente el 85%. Si no se trata, la enfermedad de Sudeck puede convertirse en crónica.
Prevención
La enfermedad de Sudeck no se puede prevenir, ya que las causas físicas responsables del síndrome no están completamente claras. Si la enfermedad de Sudeck está diagnosticada se aplican, en primer lugar, medidas preventivas principalmente para controlar el dolor y evitar que el dolor se vuelva permanente.
Como los fumadores se ven más afectados que los no fumadores por la atrofia de Sudeck, como prevención se recomienda dejar de fumar.
Fuente onmeda.es
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