Si sufres de migraña, bien sabrás ya lo molesto que se hace para el diario vivir. Hay veces en que los fármacos hacen efecto y, otras, que no tanto. Muchas veces con identificar y estar atentos a los detonantes y alimentos que la provocan es una buena forma de comenzar a mejorar la calidad de vida.
Durante mucho tiempo se ha dicho que el ejercicio es un detonador de la migraña, pero, a decir verdad, esto no es así y sería más bien todo lo contrario: según la Sociedad Española de Neurología, el practicar ejercicio ligero de forma regular es beneficioso para prevenir y reducir la incidencia e esta dolencia.
Las recomendaciones básicas son el practicar unos 40 minutos de alguna actividad física moderada, unas tres veces por semana.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la migraña es la duodécima causa de discapacidad en la mujer y, además, casi el 60 por ciento de las personas que la sufren se ven complicados para desempeñar cualquier labor, trabajo u ocupación cuando pasan por los episodios, de aquí que se considere un trastorno incapacitante.
No hace mucho, se dieron a conocer los resultados de una serie de estudios llevados a cabo por investigadores de la Universidad de Gotemburgo en Suecia y varios médicos de la “Sociedad española de Neurología” (SEN), en los que se buscó estudiar y comprobar la relación entre el ejercicio físico moderado y la migraña.
No ejercites al sol
Si bien el ejercicio es importante para los pacientes con migraña, el consejo es no hacerlo bajo el sol ni en la franja horaria en que los rayos solares son más intensos. No olvides nunca hidratarte correctamente y el protector solar. Las mejores horas para hacer ejercicio es entre las 6 a las 10 de la mañana, y después de las 18 horas.
¿Ejercicio después de la cena? no
Mucha gente tiene la costumbre de salir a correr o hacer ejercicio justo antes de ir a dormir, después de la cena. No obstante, en caso de padecer migrañas, no es lo más recomendable: activa el cuerpo y altera el patrón de sueño, puede dificultar la digestión y favorecer el dolor de cabeza.
Beber agua cuando se haga ejercicio
Clave es cuidar la hidratación siempre: la deshidratación del organismo puede desencadenar una crisis de migraña o cefalea, por lo que es crucial beber abundante agua antes, durante y después de la práctica de actividad física. Esto se produce porque el ejercicio reduce el nivel de azúcar en sangre, con lo que se baja la energía y los nervios craneales se inflaman causando dolor de cabeza.
Por ello, será de ayuda que lleves contigo bebidas con azúcar o energéticas, y que bebas pequeños sorbos antes y después del ejercicio.
No tomes café antes de realizar ejercicio
No se recomienda beber café antes de salir a caminar o a trotar, ya que la cafeína aumenta la frecuencia cardíaca y actúa como un estimulante demasiado elevado, por lo que el café solo hará que nos fatiguemos antes y propiciará el dolor de cabeza.
Cuánto ejercicio
Según los especialistas, la medida adecuada será unas 3 sesiones de 40 minutos de ejercicio moderado a la semana (esto puede ser caminata rápida, trote, andar en bici, nadar, etc.). Deberán ser ejercicios aeróbicos.
También puede ser saludable salir a caminar 6 días a la semana durante 20 unos minutos. Todo ejercicio moderado que puedas realizar de modo tranquilo, y cuando no te de mucho el sol, será muy efectivo para evitar las migrañas.
Via vitadelia.com
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