Conoce las recomendaciones para evitar el hígado graso

viernes, 15 de mayo de 2015
El hígado graso, comúnmente conocido como esteatosis hepática, es una enfermedad generalmente benigna del hígado que se caracteriza por la acumulación de ácidos grasos y de triglicéridos en las células hepáticas.

Elio Ríos, médico internista, informa que “el hígado graso es la expresión de trastornos metabólicos, bien sea, del metabolismo de las grasas, como el de los azúcares”.

Explica que “si tenemos grasa de más en la sangre, se acumula en el almacén especializado del organismo, que es el hígado. El hígado graso es acompañado, generalmente, por un aumento del colesterol y triglicéridos en la sangre”.

El especialista indica que en presencia de hígado graso, los galenos colocan tratamiento anti dislipidémico. “Es primordial tratar la dislipidemia, que se refiere a la alteración del metabolismo del paciente. También debemos observar si hay alguna alteración en el metabolismo de los azúcares, lo que es la resistencia a la insulina o la diabetes, y un trastorno en el metabolismo de las grasas”.

Asevera, además, que “casi siempre esta enfermedad es asintomática, pero a veces puede generar molestias de dolor abdominal, sensación de pesadez y fatiga”.

Ríos enfatiza que el tratamiento a tiempo del hígado graso es primordial ya que puede ser la introducción a otras dolencias más graves del organo. “El hígado graso es necesario tratarlo porque puede ser el preámbulo de enfermedades más graves del hígado, como por ejemplo, la obstrucción de las coronarias, puede aumentar la hipertensión, causar trastornos a nivel de la circulación y hacer una susceptibilidad a los derrames cerebrales”, apunta.

“El tratamiento base para la dislipidemia es crucial. Es recomendable que los pacientes acudan a un nutricionista para que los oriente en el balance de grasas, azúcares y proteínas. No es necesario ir a una consulta solo porque nos sintamos enfermos, sino para obtener una orientación nutricional y con la esperanza de tener una dieta adecuada”, asegura el galeno.

El internista informa que el hígado graso se puede prevenir, aunque también puede ser hereditario. “Se hereda en el caso primario de que no tengamos las enzimas necesarias para procesar las grasas. También puede significar que tengamos un desbalance nutricional, si estamos consumiendo muchas grasas y azúcares”.

Recomienda evitar las frituras y no excederse en la cantidad de alimentos. “Las frituras, los alimentos con abundante grasa, no deben ingerirse más de 2 veces a la semana. Es necesario también ser comedidos al comer: a veces nos excedemos en la cantidad de alimentos en el plato”.

Por supuesto, “la dieta balanceada debe ir acompañada de ejercicio y actividad física para ayudar a acelerar el metabolismo y la quema de calorías”, agrega.

Ríos afirma que esta enfermedad es curable. “A la consulta han venido pacientes con hígado graso, se les coloca tratamiento e instrucción nutricional y luego se puede observar un éxito apreciable en ellos”.

Alimentos recomendables para combatir el hígado graso:

Los alimentos entran al hígado antes de pasar al resto del cuerpo. Por eso la dieta es el tratamiento más importante para el hígado graso.

– El huevo, por ser alto en colina, es muy beneficioso.

– Tomar café y té verde previene que los triglicéridos se acumulen en el hígado.

– El vinagre de manzana también suprime la formación de grasa.

– La lecitina de soya es muy buena, pero en vez de tomar un suplemento es mejor obtenerla naturalmente de alimentos como el chocolate negro.

Via runrun.es

0 comentarios:

Publicar un comentario