¿Cuáles son los pilares que sustentan una buena relación afectiva? A continuación te contamos los hábitos más saludables que practican las parejas que viven en sintonía y que miran al futuro juntos y con esperanza. Merece la pena que los conozcas!
Parejas felices: ¿Cuál es su secreto?
Puede que tú misma formes parte de una relación estable, satisfactoria y feliz. Si es así conocerás cuáles son esas dimensiones que os sustentan, esos esfuerzos cotidianos y esos mecanismos mediante los cuales encontramos la ilusión cotidiana que sostiene nuestro vínculo afectivo.
Además, sabemos que para que una relación se mantenga y sea satisfactoria deben cumplirse dos principios: encontrar a la persona idónea y saber mantener una convivencia exitosa y feliz. Porque como sabes, en ocasiones no basta con querernos, a veces el amor no es suficiente, también influyen las dimensiones que te describimos a continuación.
1. Escuchar, respetar, comunicar
Puede que a simple vista parezca algo evidente. ¿Quién no se comunica con su pareja? Bien, hemos de hacer una pequeña aclaración, no es lo mismo dialogar que comunicar. “Yo hablo contigo sobre mis necesidades, mis pensamientos, mis problemas, y espero que tú, no solo me escuches de forma abierta, también espero que me entiendas y que puedas ponerte en mi lugar”.
Si no hay una comunicación abierta, si no podemos expresar en voz alta nuestros pensamientos y necesidades, nos sentiremos frustradas y aisladas. Comunícate y atiende también a la otra persona, ponte en su lugar del mismo modo que tú deseas que entiendan tu punto de vista, y tus necesidades.
2. Mantener la ilusión todos los días
Puede que pienses que, una vez convivas con tu pareja, ya está todo conseguido. Hay personas que piensan que el amor es algo estable y que se mantiene porque sí sin esfuerzo alguno. Amar es esforzase cada día, es conquistar y crecer en pareja cada día y a cada momento. No descuides el atenderos mutuamente, mantener el lenguaje de las caricias, de los abrazos, esas miradas cómplices, esas cenas románticas, esas escapadas de fin de semana. Debemos demostrar a la persona que amamos que es lo mejor de nuestra vida, que es importante para nosotros y que no vamos a descuidarla.
3. El respeto, la libertad, el crecer en pareja y también como persona
Tener pareja no debe significar cortar las alas de nuestro crecimiento como personas. No renuncies a tus amistades, a tu familia, no renuncies a mantener tu profesión. Todo ello te hará feliz, y la felicidad repercute en la pareja. Si yo estoy orgullosa de mi misma, si mantengo una buena autoestima y un buen autoconcepto, aportaré esta estabilidad emocional a la persona que quiero. Y a la vez, yo respeto también a mi pareja, le doy libertad para que tenga sus aficiones, para que cultive sus aspiraciones. Juntos formamos dos universos en un mismo planeta íntimo y familiar. El madurar y dejar que los años pasen con armonía aprendiendo el uno del otro es esencial para nuestra relación afectiva.
4. Valorar a la otra persona, evitar egoísmos
¡Cuidado! muchas personas caen en el error de pensar y actuar siempre poniendo el “Yo” por delante. Yo quiero, yo necesito, yo creo, yo espero… es un riesgo elevado, que al final acaba hiriendo gravemente la relación de pareja. Este tipo de egoísmos son habituales en esas relaciones tóxicas, donde a menudo quedamos apartadas a un rincón reducido y enfermas emocionalmente. Valora siempre a la otra persona, escucha su voz, sus opiniones y establece pactos, acuerdos entre los dos. Si empezamos a pensar únicamente en primera persona, al final nuestra relación afectiva acabará deshilachándose como un fino tejido incapaz de sostener más peso.
Recuerda, todos tenemos derecho a ser felices, y el amor es algo que siempre merece la pena y por lo que debemos luchar.
Via mejorconsalud.com
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